Segunda Parte...
Los hombres no quisieron entrar a pesar de la insistencia de su tía. Ya no recordaba las palabras exactas pero si el rostro de tristeza y desesperación de su tía escuchar la noticia. Su padre había muerto en el campo de batalla. En solo 12 años de su vida había recibido dos golpes mortales, había perdido a su madre y padre en menos de 5 años. Antes de que se fueran todos, salió corriendo y se quedo mirando la lluvia, entonces no volvió a decir una sola palabra, siquiera en las terapias sicológicas a las que fue sometida, siquiera ante los ruegos de su tía. Llovió, llovió intensamente las semanas siguientes y mientras duro la lluvia, de sus labios no salió ni una sola palabra. Entonces lloró, lloró amargamente todo un día y su dolor pareció mitigarse entonces su primo que le dio un abrazo, un abrazo fuerte de esos en los que no hacen falta las palabras, de esos que lo dicen todo, este fue el abrazo mas significativo que jamás había recibido, desde entonces, la relación con su primo fue mejorando cada día, se hicieron amigos, confidentes, hermanos.
- Bueno, ya es hora de que me vaya a la cama. Mañana en la mañana llamaré a Francia para dar las felicitaciones y para enviarle el equipaje a Javier.
- Buenas noches hija.
- Buenas noches.
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