Divagaciones II
Pero me volví muda
y me conquistó la soledad
A mi alrededor empezaron a crecer los muros sin darme cuenta
Y quise sentir amor
pero mi corazón se volvió insensible
incapaz de sentir dolor y por tanto incapaz de amar
Y quise llorar y gritar
pero los muros ahogaron mis lágrimas y recordé
que ellos no tienen corazón
Y quise morir
pero el tiempo, como daga, se clavaba en mí muy lentamente
y me pregunté cuánto más duraría mi agonía hasta que la noche
cayó sobre mí y dormí.
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