viernes, 7 de marzo de 2008

Divagaciones III

Quisiera simplemente exiliarte de mis pensamientos,
no extañarte en esas noches en que converso hasta tarde con Soledad,
desaparecer nuestra historia para que mi mente deje de leerla, de interpretarla,
de escenificar para ella uno y mil finales que nunca podrán ser.

Quisiera exorcisarme de ti y al mismo tiempo que el demonio de tus recuerdos
me arrastre de una vez por todas para dejar este infierno de amarte
en el olvido, en el sueño, en la distancia, en el destierro.

Porque necesito dejar de recordarte, de extrañarte, de necesitarte
no porque te ame sino porque te quiero aquí, porque no me es posible aceptar
la idea de que no quieras estar, de que no pueda amarte, de que no sea capaz de amarte

Necesito salir de esta prisión, necesito la angustiosa sensación de estar
libremente atada a ti. Libre, dulce y dolorosamente atada a ti.

1 comentario:

fonsinanett dijo...

Si fuera tan fácil escapar de ese fantasma... lástima que nos cueste tanto, pero al diablo! algún día será simplemente eso: recuerdo.

Gracias por estar ahi y leerme,
bisous!!!!!
Fonsi =)