lunes, 13 de febrero de 2012

Conversaciones lejanas


Él: No puedo dejar esas palabras que ya pertenecen a otro cuerpo; a otra desnudez. No importa cuantas lunas logremos amarnos, no podría mentir.

Ella: Pienso lo mismo. Sin embargo, siempre habrá algo, por pequeño que sea, que te traiga a mí sin importar cuántas lunas pasen ni con quien esté para contemplarlas.

Él: ¿Y qué importan las lunas, el insomnio y la tristeza, si puedo siempre mirarme en ti?; todo lo que diga está demás...

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