Creo que a todos nos pasa. En un momento del camino nos tambaleamos y pensamos que estamos en el camino equivocado. Eso me ha pasado este fin de semana, siento que no estoy en la dirección correcta, aveces pierdo el norte de adonde quiero llegar y sé que si no sé adonde quiero llegar, nunca me sentiré a gusto en el camino.
Quien sabe lo que quiere y cual es la meta que desea lograr, no tiene miedo del camino ni de las dificultades que durante su travesía pueda encontrar, pero eso no significa que no tenga dudas ni que deje de sentirse solo por momentos.
La vida la empezamos en soledad, sin nada y así mismo la acabamos, eso lo entiende pero la desilusión de no encontrar a la vuelta lo previsto es inevitable aunque sabe que enfrentar con valentía lo inesperado sera clave para su éxito.
He sentido que estoy sola y que el camino no vale la pena, sin embargo, sigo en él porque dentro mio sé que esta es la decisión correcta.
Tomar la decisión correcta no quiere decir que no habrá dificultades. Las habrá y dolerá aun mas que si estuviésemos en el camino equivocado porque sabemos que eso es lo que queremos en verdad.
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