Olvidando Caminar

¿Has sentido alguna vez que se te olvida cómo caminar? Y con caminar me refiero a avanzar, a moverte, olvidas la fuente de tu fortaleza y de repente todo parece detenerse. El trecho que has andado se desvanece, el sentido se pierde y no sabes en qué dirección dar el siguiente paso porque la voz que te susurraba para guiarte ha desaparecido, sus consejos se perdieron, sólo hay silencio y tinieblas y el miedo de que el paso que des te lleve al abismo.

Desde afuera

Me encanta tu mirada sumergida en la nada,

te imagino suspendida en el espacio

Callada, dolorosa, dulce, envuelta en melodías tristes,

imagino que te toco, que te transporto, que me miras y abstraes

que me arrastras, que te arrastro y te llevo a un mundo, mi mundo

que con tu sola presencia se llena de color.

Te observo mientras escribes y te imagino escribiendo para mí

interminables cartas multicolores

Imagino que voy a llevarte el café, te beso en el cuello

y coloco a tu lado la taza sobre la mesa

llena de néctar humeante como tu cuerpo,

como tu mano que dibuja estelas grises en el papel.

Te imagino dueña del mundo de la hoja,

te imagino artista, plasmadora de sueños,

te imagino dulce, desnuda, sola, valiente, aterrada, con frío, multicolor.

Imagino que de repente levantas la vista de tu mundo y me miras

y que nuestros mundos se conectan, se hacen uno por un breve instante en el que te poseo,

me adueño de ti y me pierdo en los colores que irradias.

Y repito en mi cabeza "te amo" y te sigo imaginando mía, mientras posees el papel.

¿A dónde habrán ido los fantasmas de la casa azul?

Es extraño estar aquí, un lugar al que por tanto tiempo quise ir, en le que anhelaba estar, que me era tan lejano y por eso tan místico; soñaba despierta con las historias que guardaban estos techos y ahora todo mundo tiene acceso, ahora no hay nada oculto en éstas paredes coloridamente profanadas. Por esa escalera ya no sube la magia y al final no se encuentra el misterio.

Los secretos y los fantasmas se escaparon indignados, violaron su casa, la llenaron de luz. Ellos están indignados y yo estoy indignada porque cegaron para siempre la oportunidad de descubrir lo que estos muros ahora silentes tenían para decir, la oportunidad del descubrimiento me fue arrancada de las manos.

Tal vez no todo está perdido, puede que un nuevo tipo de magia se apodere de este lugar pero, no puedo evitar pensar ¿A dónde habrán ido los fantasmas de la casa azul?

Ojalá que no.

Viendo a un amigo tocar en una noche inspiradora, en un lugar especial, rodeada de gente, pensé.

Algún día recordarás esto desde el cubículo gris de una oficina y una lágrima rodará por tu mejilla, aprenderás que los recuerdos se ahogan en el alcohol y aprenden a nadar con una asombrosa facilidad.

Ojalá que no.