miércoles, 8 de julio de 2009

Capítulo I

"Amo tus manos de escritora", decía mientras se las tomaba suavemente, las acariciaba y las besaba. "Venero tus manos no más que a tu alma"...
"Deja de decir esas cosas, Poeta." "No puedo, Novelista, no puedo. Es que cada vez que miro en tus ojos, veo un mar profundo en el que me ahogo y tengo que descargar de versos mi equipaje si es que quiero flotar." "Algún día- dijo risueña- escribiré sobre tí algunas líneas en una de esas novelas rosas..." "Y en la novela de tu vida, tendré algunas líneas?" "Qué te parece un capítulo entero?".

Y se besaron. Y mientras duró el capítulo, fueron felices.

No hay comentarios: